¿Tienen los niños bruxismo?

A día de hoy es difícil dar con un dentista en Éibar que no haya sido consultado sobre el bruxismo infantil. Este fenómeno empieza a ser muy popular entre la población y es normal que genere incertidumbre entre los padres que desean para sus hijos la mejor salud bucodental posible.

¿Qué es el bruxismo?

Es un trastorno que da lugar a que quien lo padece rechine o apriete los dientes de manera inconsciente. Existen dos variedades, el diurno y el nocturno, pero el nocturno es el más grave, puesto que quien lo padece está dormido y no puede tomar conciencia de lo que está haciendo.

Si el bruxismo es leve no requiere tratamiento, pero cuando es frecuente y de cierta intensidad sí conviene tratarlo. Porque puede causar problemas a múltiples niveles: dolores de cabeza, trastornos en la mandíbula, daños en los dientes, dolor en la zona del oído e incremento de la sensibilidad dental entre otros.

El bruxismo nocturno es el más tratado en nuestra clínica dental en Éibar, ya que, además de los efectos que acabamos de señalar, también puede dar lugar a trastornos en el sueño como la aparición de ronquidos y hasta de apnea del sueño (interrupciones de la respiración).

¿Por qué los niños tienen bruxismo?

El bruxismo es un problema que puede surgir a cualquier edad. De hecho, se estima que hasta un 80 % de la población infantil muestra signos en su boca de haber rechinado los dientes en algún momento. Por eso, no es de extrañar que muchos padres acudan con sus hijos al dentista infantil en Eibar para buscar una solución a este fenómeno.

En el caso de los niños este problema es más habitual entre los 6 y los 10 años de edad, que es justo cuando se está produciendo el cambio de los dientes de leche a los definitivos. Las razones de que ocurra son muy variadas.

En muchos casos el rechinar de dientes se produce por la presencia de tensión emocional o estrés en el niño, especialmente si el menor es hiperactivo o sufre ansiedad. Pero también puede darse a consecuencia de las molestias ocasionadas por el movimiento de los dientes de leche y la salida de los definitivos.

Cuando los niños sufren alteraciones del sueño, existe una cierta tendencia a que desarrollen a la vez bruxismo.

Aunque es un tema sobre el que existe controversia y los expertos no se ponen de acuerdo, hay quien vincula el rechinar inconsciente de los dientes con la presencia de parásitos intestinales en el cuerpo del niño.

Cómo saber si mi hijo tiene bruxismo

El bruxismo diurno es más fácil de identificar. Muchos de los padres que acuden a nuestra klinika dental en Éibar manifiestan que han visto a sus hijos rechinar los dientes, apretar fuertemente la mandíbula, o golpear de forma intermitente los dientes.

En el caso del bruxismo nocturno la detección es más compleja. No obstante, si nos acercamos al niño mientras duerme, es posible que escuchemos ese sonido característico que se produce al chocar un diente contra otro.

Otros síntomas que pueden ser indicio de bruxismo son la aparición de molestias en la zona de la cara y la mandíbula del niño, que se queje de dolor e incluso tenga el área inflamada. También la presencia de constantes dolores de cabeza, o que los dientes empiecen a tener un aspecto más desgastado, o se hayan producido variaciones de la arcada dental.

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene bruxismo infantil?

Si el fenómeno es episódico, desaparecerá con el paso del tiempo, por ejemplo, cuando se ponga fin a la fuente de estrés o termine la dentición. Por el contrario, si el problema persiste y empieza a tener efectos sobre la dentadura y la salud del niño, hay que acudir a un especialista.

Lo habitual en estos casos es la prescripción de una férula de descarga o un protector de silicona que va a evitar que los dientes choquen entre sí a la hora de dormir.

Además, resulta interesante trabajar con el niño para que aprenda a relajarse antes de dormir, por ejemplo, dedicando unos minutos a leer antes de irse a la cama o practicando deporte a lo largo del día. En cualquier caso, actividades que supongan estar alejado de la tecnología y la televisión, puesto que estos pueden alterar el estado de ánimo.

En los casos más graves, se puede recurrir a la fisioterapia para conseguir que la musculatura de la mandíbula se relaja y desaparezca la tensión de la zona.

Para evitar que el bruxismo acabe teniendo efectos secundarios no deseados en la salud de los niños, lo más recomendable es acudir al especialista en cuanto se detecte el problema. Si necesitas cita con un dentista en Eibar, nos tienes a tu disposición en la klinika dental Arat.